viernes, 25 de octubre de 2013

UN PASEO POR LAS NUBES

Ayer descubrí que hay vida más allá de la densa y persistente niebla con que se levanta el día. No hay nada más que subir seiscientos metros y parece como si te hubieran dado las llaves del paraíso. Y si no me creéis, echad un vistazo a las fotos, es flipante. El sol, las vacas, el bosque y las nubes condensadas, que ahora entiendo por qué les gusta tanto a los suizos el merengue, parece como si pudieras rebañarlas con la mano... Y entonces el ánimo se levanta, los pies como que quieren volar y comienzas a adentrarte en el bosque, respiras sus olores, sus humedades, mucho más evidentes ahora cuando los árboles se desnudan y los pequeños bichitos comienzan a zamparse las hojas doradas y rojizas que tapizan los bordes del camino. Elijo uno distinto al de ayer por el que anduve con Yves y hoy, con la cámara de fotos al hombro, rejuvenezco al paso, ni dolor de pies ni de espalda, me dejo llevar y disfruto de los sonidos, nada de auriculares, pues qué mejor sonido que el de las hojas secas que caen desde bien alto rozando otras ramas, delicado impacto y apoteosis final con mi pisada crujiendo las que encuentro al paso, que son miles; también la grava del camino canta, lo hace en un tono similar a la pisada que recuerdo del invierno, cuando la nieve lo cubre y las botas se hunden en ella. El oxígeno me pone, me emociona tanta belleza, el invierno se acerca, lo anuncia el viento y se ve en las lejanas montañas alpinas, ya nevadas, imponentes e indescriptiblemente hermosas.
No queda otra que salir del bosque, a uno y otro lado del enorme prado las vacas pastan sin descanso, lo hacen con ahínco, como intuyendo que en breve no verán más verde que el del mono de trabajo del granjero, qué gracioso, veo como una jovencita se masajea el cuerpo restregándolo contra el árbol. A unos metros, con enorme presencia destaca uno por encima del resto, es de hoja perenne y tiene grabada, bastante borrosa, la fecha en que que lo plantaron, 1945, la conmemoración del final de la segunda guerra mundial. Uff, cómo me hubiera gustado presenciar ese momento; de ese periodo bélico son los dos bunkers que se encuentran también en el camino. Según parece, antes de la toma de Leningrado los suizos no tenían todas consigo de que los alemanes les invadieran y prepararon un plan de evacuación o repliegue, tanto de la población como de los soldados, hacia las montañas. Construyeron también un sistema de pasadizos subterráneos que según me cuenta mi informante y marido, hoy se venden por trozos, a elegir número de metros y hasta kilómetros, si una empresa o un particular quiere guardar o proteger papeles importantes o incluso cuadros. Tesoros ocultos, coordenadas las justas.
Me tienta ese montículo empinado que asoma en el camino, una provocación que resuelvo a buena zancada, cuidando bien dónde pongo los pies, que parece un bombardeo de plastas de vaca. Guardián de la vista, a 1868 metros de altura, otro árbol grandioso. Vaya suerte que tiene nuestro hijo Luca, su colegio, en el horizonte, bien visibles las vacas, un pequeño estanque con nenúfares y una carpa de circo, el más pequeño del mundo, que así se dice. Las nubes, compactas, continúan abrigando el lago.

Tú, SOL, escóndete siempre allí, que será un placer salir a tu encuentro.

25 de octubre de 2013 en Zugberg


















miércoles, 23 de octubre de 2013

CARGANDO LAS PILAS

Muy buenas a toda@s, tengo una facilidad impresionante para hacer maletas, cualquier excusa es aceptable para viajar, aunque debo desdecirme del previsto a Mozambique para finales de mes por razones logísticas de la Fundación Cruzada por los Niños. También soy bastante pragmática, mejor dejar pasar el mosqueo o desinfle inicial y de inmediato consolarme en mi mantra 'la casualidad no existe', y santas pascuas.
Lo que me muero de ganas de contar es las dos semanas que he disfrutado con la familia, primero en Madrid, y después en Mallorca. Los apenas cinco días que pasé en el Foro me supieron a poco, y no os digo a mi madre, que siempre se queja de lo mucho que pendoneo y de que me quiere en exclusiva. Es tan deliciosa y cae tan bien que podría acompañarme a todos y cada uno de los encuentros con amigos que todos lo pasaríamos genial (papá, que seguro tú me lees y ella no, que sepas que también tú eres un gran compañero, aunque con las amigas y hablando de lo que hablamos..., pues ya me entiendes). Adonde seguro que no le habría gustado nada venir fue al pre estreno de 'Marta tiene un marcapasos' con toda la tropa, la verdad es que tampoco a mi me entusiasman los musicales, pero nuestro amigo Nando González, cantante y actor, es el padre de Marta en la obra de los hombre G, y digo yo que qué horror, si Marta tenía mi edad cuando paseaba por el Parque de las Avenidas con el ford fiesta blanco del mamón aquél... Lo más importante es que a nuestros hijos y al amigo del que estrenaba esa noche su mayoría de edad, Dario, les gustó. No sé si tanto como el jamón que nos comimos antes de entrar en un típico bar de esos en los que los camareros cantan los platos sin micrófono y del que escapó mi querido 'no esposo', porque no aguanta los gritos ni el trepidante ritmo de la Gran Vía, mi sangre. Qué diferentes que somos, para lo bueno y para lo malo, que digo yo que eso será el equilibrio de pareja.
Un lapsus de madre para celebrar una vez más a Dario, como hicimos con sus primas y primo, tíos y abuelos al día siguiente en una comida estupendísima, pero es que estoy muy orgullosa de él, es un joven con valores, educación y belleza interior y exterior.
De mis amigas también estoy más que orgullosa, a algunas de ellas la vida les ha obligado o invitado a reinventarse y luchan frente a las zancadillas y obstáculos con una fuerza interior que admiro. Al final va a tener razón nuestro amigo Eugenio, el sacerdote burkinabe al que ayudamos en Burkina Faso, y la única meta que debemos fijarnos es la de superar el día sin pensar en mañana, como hacen ellos en Africa, aunque claro, ellos no tienen hipotecas bancarias y sus casas se las construyen con las manos y las destruye el agua con las lluvias torrenciales de cada año. Así que Eugenio tiene parte de razón pero con importantes matices. Volviendo a la amistad, tengo que decir que es mi bien más preciado, después de la familia, claro. Mis amigos y amigas son/sois un tesoro, las más mayores, a las que siempre procuro encontrar en Madrid, donde nos conocimos trabajando en Antena3, siempre me aportan consejos desde la experiencia, Maitechu, Blanca y la Bruja, Paloma Navarrete,  a quien por cierto po,déis ver en el programa Cuarto Milenio, creo que del canal Cuatro. Y el grupo de la Universidad, las veis en la foto, indispensables en mi vida, son como hermanas, destacando por supuesto a la mía, a quien tuve la suerte de disfrutar por duplicado en estos días, también a mi ahijada, Camila, que está a la par con su primo en todo, es maravillosa.
Oye, que me estoy enrollando y entrando en una dinámica que me impide hablar de tod@s y no quiero ni que Chozas ni mi tocaya ni Bea ni Nines ni Fajardo ni las hermanas Díaz de la Cebosa.... se queden fuera de mi corazón, a ver si se va a vaciar y entonces la liamos, que me faltará el aire y al otro mundo que me voy. Si, porque soy como una espía malísima que lo cuenta todo y tiene otra vida, bueno, ahora dos, la de Mallorca y la que empiezo a vislumbrar en Zug, que justo hoy no hay niebla pero para variar llueve.
La Roca, como la que llamamos cariñosamente los isleños y forasters, me ha permitido determinar la diferencia infantil entre casa, la que tengo ahora, y hogar, que así lo sentí cuando llegamos a Palma y entré por la puerta del nuestro. Esos olores, concentrados y no malolientes gracias al mantenimiento que hace Nair, nuestras cosas, las que anhelé estando lejos, algunas importantes, otras no tanto porque me las he vuelto a olvidar, el pequeño jardín y los gatos, más cariñosos que de costumbre, las vistas de la ciudad y sobre todo el mar, caliente aún sus aguas, como esperándonos para festejar los últimos baños del otoño con alegría redoblada.
Y mira que intenté planificar la semana al milímetro para compartirla con todos, ver a la familia, a los amigos, y extenderla con la misma gracia y equilibrio que unto la nocilla en el pan, pero como que no y es por ello que vuelvo en noviembre, con ese fin y otro muy importante que es ayudar a difundir las actividades que haremos desde RANA para conmemorar los Días Internacional del Maltrato Infantil y de la Infancia. Una buena excusa, una causa que bien merece que nos impliquemos todos a una, que la inocencia de la infancia es lo más hermoso, pero hay que crecer sabiendo cómo actuar para evitar que ningún adulto enfermo, mal nacido y de ahí hasta el más alto adjetivo despectivo que exista, pueda pervertirla.
No sé si estoy colmando la paciencia de las amig@/os que me leéis y animáis a escribir, por si acaso voy a terminar ya, recomendado dos restaurantes que hemos conocido en estos días para darse sendos homenajes, uno peruano, en la calle San Magín creo que 84, con un festival de ceviches que aún hoy me hacen la boca agua sólo de recordarlos, y otro, en el que no sólo se come estupendamente sino que además se ve pues es una galería de arte, Horrach Moyá, en la plaza de Atarazanas, con la exposición de Joana Vasconcelos, a quien no tenía el gusto de conocer hasta ahora pero a la que le reconozco gran mérito por su originalidad, que al ver su obra me como yo la cantinela de 'ya se ha inventado todo' y la transformo en 'todo está por inventar', y os dejo fotos. También os recomiendo la exposición de Arrate Alonso en las oficinas que la Seguridad Social tiene en la Rambla de Palma, sus flores nos devuelven a la primavera y lo digo con agradecimiento porque aquí tenemos dos de sus cuadros.


Besos y abrazos

Pd. No hay nada perfecto y el último día perdí o me robaron la cartera y ando repitiendo tarjetas y carnets, así que una oración o velita para que no me pare por aquí la Policía, que conduzco sin identificación ;-)



Marisa, Loli, Felicitas y yo, poniéndonos al día.

 Mi hermana, que sabéis que es directora de la revista Grazia, organizó junto a Coca Cola, una carrera popular en Madrid para fomentar el ejercicio, y ahí estaban mis padres, atletas séniors, ella y sus hijas, Camila y Cristina.
 No es un director de cine sino mi cuñado Christian, el día de su cumpleaños, con la gorra que le regaló una amiga.

Adrián con su amigo Carlos y hermanas, después de un par de años sin verse, con una conclusión clara, que se habrían reconocido de encontrase por la calle.

En breve yo también guardaré un secreto en mis zapatos, que cómo me duelen los pies.


Un recorte de prensa de la exposición de Arrate Alonso, que os comentaba en el texto, orgullosa que estoy de ella.


 Una puesta al día en la playa cerquita de casa, 'Culibeach', que así la llaman nuestros vecinos los Llopis.
 Una de las esculturas de la artista mallorquina Joana Vasconcelos.



Toni, amigo de Dario y su sorpresa de cumpleaños, después de una noche con tropiezo en Madrid.



sábado, 5 de octubre de 2013

Y LA SORPRESA ME LA LLEVÉ YO

Desde hace días pensábamos cómo sorprender a nuestro hijo Dario en su 18 cumpleaños, sabedores de lo minimalista que es, 0 materialista. Así que le propuse a Yves-Ivo- Igor (que a mi chico se le conoce de varias maneras) invitar a su mejor amigo, juntos desde los 3 años, y residente aún en Mallorca, a visitarle en Madrid. La madre, que es mi amiga, estaba encantada con la idea y Toni ni os cuento. El viernes, ayer, día de su cumple, mi padre iría a buscarle al aeropuerto y de ahí se irían al campo donde entrena Dario al fútbol. La sorpresa fue mayúscula y me hubiera encantado ver su cara al verle y no menos su abrazo.

La segunda sorpresa debía haber sido doble y al final, fíjate por dónde, ha superado las expectativas porque es cuádruple. Me explico. A Madrid teníamos pensado viajar Adrián y yo el sábado, o sea, hoy, puesto que él tiene por delante dos semanas de vacaciones, que vaya chollo de cole que tiene. Luca e Yves-Yvo- Igor se quedaban con las ganas pues Luca el lunes tiene clase. Pero claro, su padre al final no se pudo resistir y sacó dos vuelos, salida hoy y regreso mañana, sin que Luca ni Adrián lo averiguaran hasta que nos despidiéramos en la puerta. Y así pasó, Luca aparece corriendo y gritando..., 'que yo también voy a Madrid', qué genial su cara, y cuando nos disponemos a sacar nuestras tarjetas de embarque en el drop off, tanto Adri como yo no aparecemos en la lista de pasajeros. Horror, qué tensión, la cola de gente esperando, las impertinencias de Adri, y yo confirmando que ese no era nuestro vuelo, el de las 12.30, sino el de las 16.15. Y aquí estamos, comidos, conformados y con nuestros ordenadores activos, gracias a una conexión wifi gratuita que hay en el aeropuerto. A estas horas Luca y su padre estarán sobre volando los Pirineos, y llegarán a tiempo de ver el partido de fútbol, eso si el taxista encuentra el campo en Torrejón de Ardoz.

Tampoco ese encuentro estaba previsto y fue la última sorpresa que ahora agradezco dado lo absurdo de mi error. Toda la familia convocada para la comida en casa de mis padres y ayer por la noche nos dicen que el partido se ha adelantado al sábado, y como el fútbol ya se sabe que es el rey, pues el encuentro familiar había que dejarlo para mañana domingo. Con un detalle importante, no todos pueden cambiar sus planes y ni Yves ni Luca podrán variar la hora de salida de su vuelta a Suiza.

Lo único que tengo claro de momento es que esta noche vamos al prestreno del musical 'Marta tiene un marcapasos'. ¿Qué cómo se me ha ocurrido elegirlo? Pues sencillamente porque nuestro amigo Nando González es el padre en la ficción de Marta y eso ya vale el precio de las entradas, que por cierto no sé cuándo podré recoger.

Uf, qué desahogo, confesar mi estupidez públicamente al haber dado por hecho la salida habitual de nuestro vuelo a España, que espero nunca vuelva a suceder. ¡Tanto que aprender!

Fotos: mi niño hace 18 años y hoy en la Universidad, qué fuerte!!!! Y yo de amarillo, 18 años después y aún pardilla ;-)