POR PEDIR QUE NO QUEDE

No creáis que ya lo he contado todo, recién comienzo, pero los que me conocéis bien, o más o menos, sabéis que empeño parte de mi tiempo en buenas causas que merecen empuje, todas ellas relacionadas con la infancia.

Esta pasada semana contribuí desde mi húmedo exilio a comunicar, corear y difundir en los medios de comunicación de Baleares el mercadillo solidario que celebró la Fundación RANA en Mallorca, el quinto ya, y que supone un esfuerzo de multitud de colaboradores y voluntarios para recoger, seleccionar, transportar, decorar y vender todo tipo de artículos a precios de risa, que se convierten después en horas de enseñanza en las escuelas para que los niños sepan cómo protegerse del abuso sexual y también en sesiones de tratamiento especializado para los adultos que fueron víctimas. En fin, que doy por más que bien ocupadas mis horitas en el tema y traslado mi enhorabuena a todo el equipo de RANA por su entrega desinteresada.

Y en relación con este tema, el abuso sexual infantil, he dedicado parte de esta semana en crear una petición que desenmascare una mentira social que mucho puede ayudar en evitar este tipo de abusos a través de redes sociales como facebook. Todos sabemos la cantidad de redes de pederastas que funcionan en las Redes sirviéndose de falsas identidades haciéndose pasar por niños; y sabemos también que los menores de 13 se cuelan en Facebook por la rendija corporativa del  'yo me curo en salud pidiéndote honestidad con tu edad cuando quieras crearte un perfil', así que dicen tener algunos años más, que nadie se tiene por qué enterar. Mentiras que se encuentran, a veces con chispazos que queman y rompen la inocencia, y consentimiento por parte de quienes somos responsables de los niños, comenzando por los padres y siguiendo por el resto, que incluye a un Gobierno que no ve más allá de sus narices.

En fin, que os animo no ya solo a firmar la petición, que se agradece y mucho, sino también a compartir esta simple idea con vuestros círculos: que cualquier persona que se registre en estas redes se identifique con su número de dni, personal e intransferible. Que sea una norma y no una opción.
Aquí la tenéis: http://chn.ge/16OJrXG

GRACIAS

MENUDO SUBIDÓN, ENERGÍA PARA EL ESPÍRITU

A más de 2000 m de altura mi corazón se emborracha de oxígeno puro y no es que me dé alas, es que me planta la sonrisa en la cara a cada esquina del paseo. Cuando veáis las fotos que siguen entenderéis el porqué de tal subidón.
Ayer tarde acompañé a nuestro hijo Adrián a su internado en Zuoz, ¿se dará cuenta de lo privilegiado que es por estudiar allí? Por la conversación que mantuvimos en el camino, 3 horas salpicadas de raps y músicas chundachunda, alternándolas de vez en cuando con el último disco de Dani Martín que por cierto me encanta, deduzco que sí, que se está esforzando en el estudio, una novedad, aunque siga cuestionando el porqué ha de estudiar la historia que en su opinión no sirve para nada :-( Convencerle de que es la mejor manera de evitar repetir los errores casi como que a estas alturas ya no me vale ni a mí misma así como está el mundo, otra discusión estéril de las que ya tengo una lista considerable. Pero me encanta compartir su sorpresa y admiración por los cambios de luz de la montaña, esa paleta de colores pastel que de un plumazo se matiza hasta no ver nada, sólo sombras. La noche nos ha sorprendido y la oscuridad se impone y me impone, mucho. Adrián me ha convencido para conducir por el Abula Pass, uno de los dos caminos posible, una carretera por la que no caben dos coches, no están marcadas las líneas y son muchos los que bajan en sentido opuesto al nuestro. Ahora entiendo y descifro el mensaje previo a la gran subida de un cartel en el que reconocí una palabra en alemán, TOLERANZ.  Adri trata de infundirme seguridad, "mamá, lo estás haciendo bien, tranquila, ya sólo quedan 15 km"; y yo le adoro y le quiero  matar, qué angustia y qué mareo.
Despierto en el hotelito donde solemos quedarnos en Zuoz, la Chesa Klarer, que digo yo que será Casa en el cuarto idioma de Suiza, el rätroromanishe, una mezcla de italiano y catalán de lo más simpático. Un detalle del registro, el recepcionista se empeña en hablarme en su lengua y entiendo la pregunta que respondo con cierto desconcierto, quiere saber qué moneda tenemos en Mallorca, yo pongo en duda haberle entendido y se aleja unos metros para mostrarme un billete de 10 francos, y yo insisto explicándole que en la isla nos manejamos con euros, así que efectivamente, y sin dudar de su intelecto, creo que estoy en otro mundo.
He dormido de un tirón, esta vez no me han despertado las campanas de la iglesia que veis en la foto, así que estaba bien cansada. Desayuno en compañía de mi ipad, ahora periódico y en un rato profesor de idiomas, con esos croissants que hornean cada mañana en el hotel, también pastelería, y cuyo aroma a mantequilla sirve de despertador.
El regreso a casa lo podéis ver en las fotos, una maravilla que me ha hecho parar de manera impulsiva, tanto que las 3 horas de viaje previstas se han convertido en cinco. He decidido que si me dan elegir me reencarno en piedra, la misma que yace frente al lago Palpuogna, al que por cierto eligió la audiencia de una cadena de tv suiza como el paraje más bello del país. Seré ventana y rincón para infinidad de personas que apreciarán mi calor y la panorámica de colores y formas que se suceden frente a mí. Quizás con el tiempo alguna pareja decida levantar a mi lado su propio banco y grabarán sus nombres en el respaldo, Annemarie y Hans unidos por un corazón.

Suiza es preciosa.

Firmado, la sombra de un día soleado (última foto)

 GIMNASIO SÍ, GIMNASIO NO, HE AHÍ EL DILEMA

Me temo que entre que me decido o no a apuntarme al gimnasio que visité ayer en Zug, se pasará el otoño. No es que ignore las señales de mi espalda renqueante , acostumbrada desde hace 46 años a mis desatenciones intermitentes, pero es que me da que esta película ya la he visto, Gema paga una pasta por un mega gimnasio (me quedo con el pequeñito de mi querida profesora Begoña Bermejo sin duda) y Gema se autoflagela por tirar el dinero de tan absurda manera. Y el caso es que salvo la edad de las sirenas que vislumbré ayer tras el cristal, las instalaciones le dan mil vueltas a mi anterior gimnasio - el posesivo es coña ;-) - aunque la atmósfera y el olor, sobre todo el olor, sea similar.  Aclararé alguna cosa y detallaré las novedades, no vaya a ser que mi madre se enfade; lo de la edad..., pues hombre no es que desprecie a los mayores, incluso me curo en salud diciendo que habrá más de uno/a que levante la pierna más alto que yo, pero encima de que no entiendo ni papa del suizo, que con aprender alemán ya me vale,  ya que me esfuerzo en ir a una central de reparación y reactivación muscular, quizás hacer una amiga con la que charlar de algo más que de recetas no sea mucho pedir.
Pero resumiendo la modernidad del gimnasio de una ciudad con derecho a un post propio, que llegará algún día, lo primero lo primero es que te coloquen una pulserita de plástico con la que no solo tienes acceso a las instalaciones, sino que acercándola a una pantalla en la entrada se te abren todas las clases que se imparten en el momento en un desplegable, que lo mismo ocurre en las de arriba pero con un marco mayor. Una vez en la planta superior lo primero con lo que tropiezan tus ojos es con un bar, donde todo lo que consumas se cargará en el chip de la pulsera y se pagará a la salida, una vez duchada.
El siguiente centro de atención visual del circuito A, en el que hay una serie de máquinas de darse caña pero estéticamente cómodas, es un tubo de luz de neón colmado de agua, que no es sólo una escultura sino que es la fuente!!! Madre mía, qué cateta que soy pero es que esos detalles me iluminan la sonrisa. No se escucha música alguna, ojo al dato, algo que no estoy muy segura de agradecer pero que en cualquier caso tendría fácil arreglo, unos auriculares. Tras la vuelta al ruedo de la sala, con un impresionante despliegue de máquinas y zonas de estiramiento, después la sauna, compartida con hombres u opción sólo chicas, la visita a los vestuarios, con una iluminación que no permite el quiebro en el maquillaje ocular y solario incluido, el listado en la mano de todas las actividades y variables de pago en la mano, me despido con la misma duda con la que entré, pero no habrá alternativas al ejercicio tedioso por obligado y pagado... y me digo a mi misma que a la vuelta de octubre tomaré una decisión pero que entre tanto y mientras no llueva lo que haré será andar. Y eso es lo que hago, me voy con mi amor a ver una exposición en Zürich y a caminar por sus ambientadas calles del centro en hora de pausa laboral, o sea la comida, que no son las 14 sino las 12, y aprovechamos para ver una exposición sobre arte contemporáneo turco, de la que salvaría unas obras, las que fotografío, y el edificio donde se exhiben, una antigua central eléctrica con una sala muy especial decorada, a la medida, con la obra, The Rockefeller Dining Room, que encargó el mismísimo Rockefeller a un artista suizo, Fritz Glarner, amigo evidente de Mondrian, como observareis en la fotografía que hice.
Nada, que pongo el freno porque si no pasaréis de mi. Sólo deciros que en un rato vamos al Festival Son de Cuba, que hoy toca el Septeto Santiaguero, así que voy a entrenar las caderas. ¡Eso si que es gozar!


Pd. El río es el Sihl, de garbeo por Zürich, y la puesta de sol merecía compartirla, desde casa.

¡QUÉ MANERA DE LLOVER, AY QUÉ MANERA !

Hace tiempo que no escribo aquí, aunque maquino varias cosas que requieren el repiqueteo de teclas, no os creáis. Tengo tiempo para casi todo, incluido estudiar alemán, leer, colaborar con Mediterránea y RANA en la distancia, e incluso he sufrido un tremendo catarro de esos que te dejan ko. Evidentemente no me voy a quejar de nada, tampoco de las ovejitas cortacésped a las que por cierto no escuchamos desde hace días, que no es broma lo de cortacésped, lo prometo, que he sabido que los granjeros las prestan para mantener a raya el verde de los jardines públicos e imagino que las alquilarán para los privados. Lo único que hastía un poco, y acabamos de empezar la temporada, es la constante lluvia que le contaba ahora a un amigo haber llegado a la concusión de que el reloj waterproof será un invento suizo fijo, pero no tanto por lo de sumergirse en el agua sino por estar casi constantemente bajo su tedioso y monótono manto gris.
Que decía yo que no tengo motivo de queja y os voy a contar uno de los porqués; resulta que me han invitado a viajar de nuevo a Mozambique para realizar el trabajo de documentación que me encarga la Fundación Cruzada por los Niños, será a finales de octubre y no os podéis imaginar la ilusión que me hace. Tanto que ayer recuperé unas imágenes del viaje que hice el pasado año con la Fundación y monté éste video que igual os apetece ver. Apenas dura un par de minutos y está grabado en el colegio de la aldea de Masacca, alojamiento a su vez de 150 huérfanos que cuidan con extremo cariño y apenas recursos dos religiosos portugueses y una valiente gallega, María José Castro. Va por ellos, Cruzada y por todos esos niños a los que les tocó nacer en una tierra desolada por los veinte años de guerra.


No estoy segura de que por su peso se pueda ver, lo intento.

 

Voy a echar una mirada atrás a las últimas semanas pasadas en Suiza, mientras la contemplo a cierta distancia, y no es broma ni prepotencia, lo cierto es que que estoy a bordo de una avión que me lleva a Madrid para visitar a la familia. Desde aquí arriba los campos tienen el color que surgirá de nuevo en los nuestros de aquí a un par de meses. Abajo, ese intenso verdor omnipresente comienza a matizarse, muchos son los árboles que han comenzado a desnudarse sin pudor mientras aún son tantos los humanos que nadan en sus fríos lagos y ríos, yo entre ellas. Ayer mismo un par de gaviotas se encaró con los bañistas que nadábamos a su alrededor, gritaban escandalosamente como nunca antes las había escuchado. Y es que aquí todo es tan ordenado y son todos tan respetuosos que no me extrañaría que hasta los pájaros sepan cuáles son sus derechos y  cómo imponerlos.
Hablando de aves, me llamó la atención un detalle, como tantos otros que voy descubriendo, que quizás también se encuentre en nuestros campos cultivados o cercanos a ellos, que de agricultura tengo poca o nula idea. Se trata de un palo con forma de cruz bien alargada, preparada para que se posen los pájaros como lo harían en una pajarería, aunque allí lo harían con la pata atada. Su fin es el de que allí se posen y puedan cazar a su antojo, librándoles a los campesinos de todo bicho viviente que le haya echado el ojo a sus cultivos y pretenda echarle después el diente.  Un detalle en apariencia pueril que enlazo con la explicación que me dio mi querido Yves a lo que pensé que era un ridículo e innecesario puente en la autopista de apenas 20 metros, con un sentido impensable, el de impedir la  incomunicación de los animales de una zona y otra de la autopista, lo que les condenaría a una endogamia y a una más que probable extinción. Spirit Swiss, sin duda, y mucho money más que bien administrado.

Creo que una de las claves de que todo funcione tan bien aquí es que los estamentos están muy bien enraizados, así que el equilibrio parece garantizado. Por ejemplo, esa magnifica combinación entre la agricultura y la ganadería con la industria, un coctail perfecto que todo país debería imitar. Tras la típica margen del envoltorio de una chocolatina con la vaca pastando en el verde prado alpino se encuentra una realidad, la de que las granjas funcionan, producen leche, hortalizas, verduras, huevos, etc que cualquiera puede entrar a comprar. A veces no encuentras al granjero o granjera porque les pillas en plena faena o descansando, pero aún así la puerta está abierta, también la de la nevera donde encuentras carne fresca y demás, y lo que es mejor aún, la caja de caudales donde dejas el dinero de tu compra y coges tu cambio, así sin más.
Desde luego que además de una educación que va más allá de los libros y que se resumen en honestidad, civismo y tolerancia, tiene que haber truco. ¿Da verdaderamente el campo para vivir tan bien a estas gentes que además tienen unos tractores mega modernos, sistemas robotizados de ordeño y comodidades inalcanzables para los agricultores españoles? Evidentemente el Estado les subvenciona y lo hace con un objetivo claro, garantizar la fotografía mental de buena parte del mundo sobre la naturaleza en Suiza y ,sobre todo, evitar la concentración demográfica en las ciudades y todo lo que sabemos conlleva: contaminación, estrés, desempleo y desigualdad, mono sistemas de producción, problemas en el transporte y un largo etcétera. La tradición suiza en la agricultura y en los gremios paralelos continúa pero acorde con los tiempos, profesionalizados quiero decir, jóvenes educados para ejercer profesiones tan necesarias como la de banquero o abogado, con un respeto mutuo que supone para mi un ejemplo de tolerancia y convivencia.
Cómo me enrollo, soy consciente, aunque me queda mucho que escribir y me ha entrado el letargo de las alturas. Por cierto, los cirros se dirigen hacia el Norte, creo que me libro de la lluvia.

IDEAL PARA LOS CHOCA COLUMNAS DE LOS PARKINGS


Entre ellas me cuento, siempre conteniendo la respiración a la hora de aparcar sin rozar los bajos del coche en las columnas de los aparcamientos. La solución no parece tan complicada como veréis en la foto y el material reciclado que las protege se parece un montón al caucho de las abarcas menorquinas, podría ser una opción. A mí la verdad es que me parece una genial idea para evitar tener que recurrir al taller de pintura.

¡MEDIA HORA DE CAMPANADAS!

Vale que tengamos de vecinas a tres ovejas descarriadas zampándose el césped con un permanente tilín tilín que tuvo su punto al principio y ahora ya me dan ganas de cocinarlas ;-) , pero lo de las campanas de varios campanarios sonando el sábado y el domingo a las 10 durante media hora y de nuevo a las 19, por otro tanto de tiempo, me pone de los nervios. Porque no voy a misa desde hace años que si no me borraba ahora mismo de la lista..., el caso es que durante un rato no vi a las ovejas, será que volvieron al redil...
Nota. Hace un par de años los suizos votaron si o no a la llamada del muyahidín a la oración desde las mezquitas, ya imagináis cuál fue la respuesta.